Consejos para la Siembra y Germinación
Una vez elegido el sitio
donde realizarás las siembras deberás tomar una de las siguientes decisiones
con base en tus objetivos y posibilidades: Preparar el suelo, es decir
proporcionar nutrientes adicionales y brindar textura optima, para
posteriormente sembrar (lo más aconsejable si piensas llevar a cabo cultivos
constantes y de plantas consumidoras), o ir directamente a la siembra sin
abonar (lo más práctico para comenzar a experimentar si eres nuevo en esto).
Si decides llevar a
cabo la preparación del suelo puedes consultar primero los artículos
Acondicionamiento del suelo y Guía para elaborar composta en casa.
¿Dónde sembrar?
Una vez listos para
sembrar podemos tomar nuevamente uno de dos caminos: Sembrar directamente en el
suelo del huerto, o sembrar en almácigos y después trasplantar. Nuevamente la
decisión dependerá de cada persona, pero las ventajas de la siembra en
almácigos son muy atractivas.
Los almácigos y sus ventajas
Los almácigos, también
conocidos como semilleros permiten colocar varias plantas en contenedores
relativamente pequeños. Lo anterior significa un ahorro de espacio considerable
gracias a sus dimensiones y al hecho de que pueden ubicarse varios de manera
vertical. Además, debido a su fácil manipulación es sencillo brindar un mejor
cuidado, con un gasto de agua, tiempo y esfuerzo más controlado.
En cuanto al recipiente
a utilizar, lo más común son cajones para transportar fruta forrados por dentro
para mantener el sustrato en su lugar, pero en términos prácticos puede ser
cualquier recipiente que sea fácil de transportar, ventilar y tenga la
suficiente profundidad por el motivo que se menciona a continuación.
Aunque las medidas de
ancho y largo pueden variar sin mayor problema, en cuestión de profundidad se
recomienda fuertemente que sea de al menos 10cm. Esto se debe a que a pesar de
que la parte aérea de la planta (lo visible) no sea tan alta en esta etapa, las
raíces sí que pueden tener un crecimiento longitudinal importante, y son las
raíces las que determinan en gran medida que tanto crecerá la planta a lo largo
de su vida, por lo que raíces cortas darán como resultado cosechas pequeñas e
inclusive poco nutritivas. Las raíces son capaces de percibir los límites del
sustrato en que están incluidas por lo que la clave para un almacigo exitoso es
una profundidad correcta.
Sobre el sustrato
En cuanto al sustrato a
utilizar en un almacigo, lo más recomendable es utilizar tierra del mismo lugar
donde se llevará a cabo la siembra definitiva (el suelo del huerto), si es
posible agregando a ello una parte equivalente de composta y una parte
equivalente de tierra de macetas viejas o almácigos anteriores o arena.
Cuando pensamos en
siembra, la imagen que seguramente viene a nuestra mente es la de un campo con
cultivos dispuestos en líneas rectas a lo largo de los famosos surcos. Esto,
aunque es completamente posible y correcto, no es del todo ideal para un huerto
urbano, donde el espacio es altamente reducido y requerimos aprovechar al
máximo cada rincón de él. Para ello tal vez debas probar con el método de
Siembra Cercana, el cuál cómo podrás imaginar implica llevar a cabo el proceso
con una distancia entre planta y planta mucho menor a la utilizada en granjas
tradicionales. Para lograr lo anterior, en lugar de colocar las plantas o
semillas en forma lineal, se colocan siguiendo patrones hexagonales (también
conocida como distribución a tresbolillo). Es decir, imagina que dibujas en tu
área de cultivo un patrón que imita el diseño de un panal de abejas, en donde
colocarás una planta o semilla por cada intersección y al centro de cada
hexágono. El tamaño de cada hexágono (que en otras palabras implica la
distancia entre planta y planta), estará determinado por el tamaño de la planta
en el caso de individuos adultos, mientras que en el caso de las semillas que
apenas van a germinar la distancia promedio para la mayoría de las especies es
de 3cm. La clave de las ventajas en este método es la cercanía hoja con hoja,
la cual permite que las mismas plantas al crecer, se proporcionen sombra entre
sí, con lo cual se reduce la evaporación, además de limitar el crecimiento de
malezas y limitar la proliferación de plagas.
Además de lo anterior,
la recomendación general es que las semillas deben colocarse a una profundidad
de tres veces su grosor.
Recomendaciones finales
Para sembrar con mayor facilidad se podemos humedecer ligeramente el sustrato previamente.
Al igual que con
cualquier cultivo en campo, los almácigos deben permanecer húmedos, libres de
hierbas, plagas, sol excesivo, lluvias, heladas, granizo, etc.
Para mantener la
humedad constante sin necesidad de estar regando continuamente, puedes colocar
una cubierta plástica encima del almacigo que impida la perdida de agua por la
evaporación. Es importante tomar en cuenta la ubicación de los almácigos para
elegir el material con que serán cubiertos, si los mantienes afuera donde el
rayo de sol es fuerte y directo, lo más recomendable sería no utilizar una,
porque las plántulas se quemarán fácilmente; si los mantienes en exteriores
pero sin rayos solares directos, lo ideal sería una cubierta plástica
semitransparente blanca (puede ser una bolsa); y finalmente, si los mantienes
en interiores sin rayos solares directos, puedes optar por una cubierta de
plástico de pvc o una bolsa de plástico común.
En cualquier caso es
importante procurar ventilar el almacigo al menos una vez al día, de lo
contrario la humedad y el calor propiciarán que además de tus vegetales también
comiences a cultivar hongos involuntariamente.